En los primeros treinta segundos del partido Los Tanos le hicieron dos alcoholemias al último campeón y confirmaron el exceso de la sustancia que adormece los reflejos. El As de Espadas Goyo Soto recibió desde el punto central, se la llevó solo como un jugador de Play en alevín, eludió y ganó los rebotes y pateó afuera. Enseguida volvió a ganar la pelota, gambeteó un par de piernas y la
mandó afuera. Pero la prueba estaba hecha. Los amarillos estaban vulnerables. Sin embargo, QQtucha fue equilibrando el juego sostenido por el buen manejo de Sergio Ramos Aruquipa y la solvencia del Chino Nohara. Tal es así que el gol tano a los 13 sorprendió. La pelota llegó al área amarilla desde el córner, pegó en un defensor y quedó mansa para la arremetida del inquieto Mariano Bernasconi que mandó un bombazo a la
red. A partir de ahí, y hasta el descanso fue todo tano. Sin descollar, pero creando peligro en especial cuando aceleraba Soto y las piernas amarillas no daban con el target (salvo las del chino, que son todoterreno).
La segunda parte mostró a un QQtucha un poco más jugado, con unos delanteros que iban a pelear todas y encontraban la fricción de la zaga tana. Eso no fue obstáculo para que Juan Pablo
Destéfano tomara de volea un lateral y mandara un pelotazo a media altura que no pudo contener Lovey. El empate parecía poner algo de justicia a los esfuerzos, pero para el retruco hay que tener el As. Y Los Tanos lo tenían. A los 22, salió un pase largo para la corrida del Goyo Soto por derecha, remate y gol de triunfo. Un minuto después el palo le dijo no al bueno de Ramos. Los rojos siguen prendidos arriba. Los amarillos aún no despertaron de la modorra.
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