Defensores de la Quilmes y Big Boy hicieron lo que saben hacer: jugar al fútbol. Pero como novedad, cuando el trazo no salió fino prevalecieron la estrategia y la garra. La ilusión de los violáceos era no sólo obtener los 6 puntos ganando el partido interzona, sino aprovechar el buen momento que atraviesan para darse el gustito de batir al tiki tiki cervecero. No pudo ser, pero la raspadita en la tarjeta al final del partido
no vociferaba un "Seguí participando" sino un "Seguí así" mucho más alentador. Empataron en propuesta de juego. Ambos pusieron la pelota en el pie y la hicieron circular tratando de encontrar la mejor ocasión para convertir. A los 16 el travesaño le dijo "no" a un intento cervecero, pero a los 20 Pedro Ergo estuvo atento a una pifiada en el área blanca y tocó rasante para vencer al arquero y poner a su equipo arriba en el
marcador. El silencio que precede a la reanudación del juego después de un gol en el arco del Defe es casi un grito de guerra solapado. Como una araña hambrienta comienzan a entretejer una tela complicada de desenmarañar para cualquier rival. No tardaron mucho. Al minuto lograron el empate con un cabezazo oportuno de Joaco Velo, que sorprendió en el área y mandó la pelota en cámara lenta a la red.
A los 5 de la segunda parte, Ergo probó con un tiro libre que Matías Cáceres despejó al córner cuando se metía en el ángulo. La cuota de posibilidad quedó vacante y la supo usufructuar Quilmes. Lastagaray se las rebuscó para defender, cortar y atacar. A los 17 le dio la pelota al Cordobés Greenberg Farías por izquierda. Éste encaró a lo Batistuta, remató al mismo palo del arquero que esperaba agazapado y gritó el gol cuando la pelota se coló justa. A los 18, otra vez Joaco Velo fue más rápido y tomó el rebote en la barrera de un tiro libre para meter de volea el tercer gol y consolidar el triunfo. Bien por el fútbol.
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cordobes cordobes!!! la barra!!!
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