No es que no pudiera, pero Luro presumía más de empatador que de ganador y terminó clavándole seis pepinos a Big Boy. El alma a los azules les volvió al cuerpo y desbordaban de alegría cuando el árbitro pitó el final. Ni el pelotazo de Ergo en su travesaño, apenas empezado el partido, los asustó. La respuesta a ello fue un golazo. Vigano llevó la pelota por izquierda, mandó un centro al área que recibió Leandro Aranda. El mellizo habilitó a Pablo Alonso quien colocó el zurdazo cerca del palo izquierdo. 1 a 0. Antes del segundo tuvieron cuatro más. Un remate de Pancho Nabais que el arquero desvió al corner. Un cabezazo y luego un disparo de Leandro Aranda desviados. Otro remate de Pancho afuera. No la embocaban pero llegaban. A los 29, el Colo Vigano disputó la bola en campo contrario, el cuero quedó mansito e invitador y Leandro Aranda le entró para que tenga y la pelota viajó rasante unos treinta metros sin rotar y burló la estirada del arquero Sosa para poner el doblete arriba. Para completarla, antes de irse al descanso, los Big Boy de aturdidos, dejaron sin marca a Ariel Aranda en medio del área, éste recibió un lateral y acomodó la pelota en la red con un disparo cruzado. 3 a 0. La segunda parte fue un poco más pareja, por lo menos los primeros minutos. Pedro Ergo trató de hilar una estrategia para revertir la situación adversa, pero sólo encontró eco en los piques sorpresivos de Federico Juega Sicardi. Villar, muy solo y ofuscado, no resultó una alternativa esta vez. Así, a los 14, el Colo envió otro centro, el mellizo Leandro con un taco la cedió a Nabais que empujó la pelota a la red. El quinto llegó por un error defensivo de los Boys. El arquero salió a anticipar un ataque y rechazó con dificultad. La pelota le quedó al mellizo Ariel quien aprovechó el arco vacío y mandó un pelotazo alto que se metió en el arco sin pedir permiso. A los 20 el palo le dijo no al Colo, pero le cumplió el sueño a los 25 cuando la metió después de una linda jugada de equipo.
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