Si fuese Feliz Domingo irían los dos a la Final.

El partido había creado muchas expectativas. Tanto por la posibilidad de apreciar cómo La Popular se reponía del bochorno de la fecha pasada y ponía en cancha lo necesario para mantener la punta del torneo y cómo hacía Nueva Esperanza para, de una vez por todas, dar el paso que les falta dar para consolidarse como un gran equipo. De ganarle al rival de turno, hubiese conseguido los puntos bonus por partido Interzonal desplazando a los

cerveceros al sótano de la Eliminación. Nada menos. A los 6 minutos, la pelota llegó sucia al área popular, pero el Negro Ramos vio que podía, metió la cabeza, la pelota se elevó, pasó por arriba del arquero y se convirtió en gol y esperanza. Los de la estrella roja se movieron bien en bloque y lograron que nadie notara que arriba estaba el goleador Brizuela. Pero a los 26, Cervirizzo revoleó alta una pelota que encontró confiado a Azubel que no pensó que podía pasar lo que pasó: inesperadamente le empataron. El equipo trató de sobreponerse hasta el punto que Ramos lo tuvo otra vez, pero Valenzuela despejó bien. En la segunda parte Brizuela se tiró al costado izquierdo y logró tener contacto con la pelota. A los 11 se pudo parar por primera vez e frente con el balón dominado y desde tres cuarto de cancha mandó un tiro combado que superó al arquero y se metió en el ángulo. Tanta mala suerte pudo ser contrastada a los 20 con el empate logrado por Barraza. A cuatro del final, otra vez Azubel no pudo retener un pelotazo de veinticinco metros de Cervirizzo dejando que La Popular se ponga arriba en el marcador hasta que a los 28 Luna avanzó en defensa hasta el círculo central, elevó un pase recto hacia Gianina. Éste peinó la pelota que superó un defensor y le quedó justa a Ramos para que vuelva a peinarla, supere al arquero y ponga el definitivo empate.