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sábado, 13 de septiembre de 2014

Ahora todos bailarán la Tarantela


Está bien. A Piringundín le faltaron varios valores de los titulares que obtuvieron el último campeonato, pero la garra tana con el ingrediente del buen juego y el engranaje posicional hacen que este David le mojara tranquilamente la oreja a Goliat. El último del torneo anterior le dio una lección de fútbol al campeón y se colocó, con ello, muy cómodo en la tabla de posiciones de la Zona B y a la espera de mejorar su condición de acuerdo a lo que pase con El
Bar SA y Big Boy. A los 7, la cosa no empezó fácil. Martirene recibió la pelota en la mitad de cancha y como si nada, sorprendió con un pelotazo que se coló fácil por arriba del arquero. Pero un minuto después, el Gigante Cores puso las cosas en su lugar: capitalizó con un cabezazo un centro que le mandó Laurito por izquierda clavando el empate. A los 10, otra vez Cores le pegó un bombazo desde tres cuartos de cancha y dio vuelta la cuestión. Los Tanos venían jugando mejor y el segundo puso justicia. A los 12, Laurito no pudo conectar de cabeza, pero la pelota le quedó otra vez desde una posición incómoda, batió al improvisado arquero. La única resistencia la puso el otro Gigante. Piermarini hizo su nuevo debut con la calidad y potencia intactas. A los 19 pivoteó para Ignacio Vecino que descontó con un remate cruzado. 
El segundo tiempo perdió dimensión futbolera. La pelota anduvo más por el aire que por el suelo. Hasta que a los 15, el tano Gonzalo Ramírez despabiló la modorra con un gol de tiro libre. A diez del final, sumó el brillante Vidal con un remate cruzado. A los 27, Piermarini se despachó con un gol desde la puerta del área aprovechando un rebote que le quedó justo. A la sorpresa de los grones detrás de la línea de cal, se le agrega la preocupación. Es que Los Tanos patearon el avispero.

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