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sábado, 9 de abril de 2011

Luro se acordó que es el campeón.

LURO GOLEÓ A ÚLTIMA ESPERANZA CUANDO PUSO EN JUEGO EL OFICIO DE CAMPEÓN Y DEJÓ DE REVOLEAR LA PELOTA POR EL AIRE.
Está bien. Si tenés al Colo Vigano y a Ariel Aranda como atacantes, no hay más que dársela y que hagan lo que saben. Quizás esa idea jugó en contra de Luro durante los primeros minutos porque la pelota estaba más en el aire que en la tierra. Y el fútbol es terrenal. Eduardo Ayliffe (su cabeza, sus pies), en la defensa naranja, cortó todo lo que se le vino. Pero el que se avivó a tiempo y se puso a ordenar desde el medio fue Javier González, fue el que pidió la pelota y la distribuyó con criterio. Ahí estuvo la clave del triunfo. A los 22, Ariel Aranda recibió de espaldas al arco (un pase por abajo de González) y aguantó la marca. En un movimiento se acomodó y sacó un remate de media vuelta que sorprendió al arquero y mandó la pelota adentro del arco. Uno a cero. un minuto después, una de Ripley: el arquero de Luro sacó de alto desde su área. La pelota viajó como casi todo el tiempo por el espacio aéreo argentino y llegó al área contraria. Rebelde como es, el balón picó como quiso, pasó por arriba del arquero y se coló hasta besar la red. Doblete. si alguno pensó que gol de arquero valía doble, se calló la boca por pudor. Quizás fue la sorpresa la que adormeció el juego, porque no pasó nada jugado hasta el minuto 12 del segundo tiempo cuando otra vez el pie de González mandó un centro desde el córner que pasó a todos menos a Pancho Nabais que entró solito por atrás y empujó la pelota a la red. Última Esperanza reaccionó muy bien, en especial a partir del muy buen juego de Martín Cecchini y de Diego Campana. Tuvieron un par que no fueron, pero que podrían haber sido. A los 24, el Colo hizo una de las suyas: se le fue a su marcador con una corrida fenomenal, lanzó un centro también fenomenal y Pancho puso su cabeza para coronar el cuartetazo. Para el final Gastón González se mandó una jugada maradoneana para Última Esperanza eludiendo muñecos. Le quedó a Cecchini, pero su remate dio en el travesaño y se fue. Será la próxima entonces.

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