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domingo, 17 de abril de 2011

Cerveza en lugar de chocolatada.

DEFENSORES DE LA QUILMES PUSO EN JUEGO SU OFICIO DE GRAN EQUIPO DERROTANDO EN UN MUY BUEN PARTIDO A LA MUCHACHADA PÚBER DE BIG BOY.

Es un gusto verlos jugar a los dos: la pelota va de aquí para allá, pero a los pies. Saben de amagues, pueden eludir rivales y, si los dejás, te enchufan un pelotazo en la red. En el primer tiempo no se sacaron ventaja. Los dos teams tuvieron sus oportunidades para abrir el marcador. A los 12 Alejandro López eludió la salida del arquero, pero la atenta defensa azul se abroqueló en la raya del arco y no hubo forma de traspasarla. Unos minutos después el bigboy Felipe Lazzari en velocidad, obligó al arquero quilmeño a esforzarse y retener la pelota en dos tiempos. Hubo más, aunque algo decía que el equipo blanco andaba más cerca.

En el segundo tiempo los cerveceros salieron más sobrios. Después de tres situaciones de gol bien claritas, a los seis por fin la embocaron. Pablo Bandera tomó el estandarte y se mandó una diagonal de 30 metros de izquierda a derecha eludiendo piernas y hombros trasladando con la zurdita y al llegar al área mandó un pelotazo con la pierna boba que infló la red. Uno a cero. Big Boy no se hizo el sota y empezó a presionar para lograr el empate. Fue raro, pero grato, ver a Defensores de la Quilmes morder talones en todos los sectores tratando de maniatar al rival. Tuvo un premio cuando a un minuto del final, el arquero no retuvo un centro desde el córner y dio rebote. Duilio Greenberg no perdonó y puso el segundo para cerrar el triunfo de los hombres de blanco.

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