El empate era una fija a priori, y da cuenta de una saludable paridad entre teams de la Copa Episco, pero en los papeles, sumar de a uno complicó los planes de cada uno de los equipos: el subcampeonato para los debutantes y la clasificación asegurada para la Zona A en el caso de los catalanes. Ahora ambos tendrán que ganar sus próximos compromisos para lograrlo. De todas formas ninguno de los dos defraudó con
lo hecho, por el contrario, aportaron lo suficiente para acrecentar la calidad del torneo. Después de un par de intentos, a los 10 se le dio a CARBA. Dorian "Kun" Rojas habilitó a Juan Carlos Techeyra quien aguantó la marca, y de media vuelta, mandó un remate algo mordido que se coló rozando el palo pese al esfuerzo del arquero culé. A los 15 casi ponen el segundo cuando el Kun pateó cruzado y su remate dio en el travesaño.
A partir de ahí se comenzó a escuchar la voz de Gustavo Tucci, zaguero barsa, intentando ordenar a su equipo descompensado. Quizás ese aliento tuvo su efecto. A los 16 Pablo Mónaco remató de lejos, pero Rolando Valenzuela salvó el empate en la línea. El vértigo se mudó al arco contrario. Fernando imaz sacó al córner un bombazo de Techeyra con destino de gol. Un minuto después, el Kun recibió de su arquero sin marca, y sacó
un bombazo de volea por alto que entró al arco como un verdadero golazo. El doblete arriba parecía mucho. Ricky Nuñez desperdició una par de situaciones claras y la cosa se estaba poniendo negra. Un par de cambios le dieron más dinamismo al equipo catalán. A los 20, Gabriel Vitale entró en sintonía con Santiago Pérez y con jugadita y todo dejaron solo a Ricky pero pelotazo desviado. A los 22 casi pone el
descuento Germán de Aurteneche con un tiro libre que despejó la defensa en la línea. A poco del final del primer tiempo, Gabriel Vitale puso el turbo, se escapó por la izquierda desparramando marca, llegó a la línea de fondo, encaró al área superando una pierna contraria y tocó al medio para la entrada campante de Santiago Pérez que empujó la pelota a la red para el descuento. La puerta del empate quedaba abierta y los dos
trabajaron por ello: para lograrlo y para evitarlo. Se puso en lo alto la estrategia y la sorpresa. A los 10, otra vez Gabriel Vitale hizo de las suyas. Escapó a toda máquina por izquierda, llegó a la línea de fondo y mandó un centro bajo - tiro al arco que, con gran fortuna para él y su equipo, pasó entre el buen arquero Yeuchuk (que esperaba el centro) y el palo poniendo el empate. Quedaron para el resto del tiempo dos remates de José Rojas que Imaz, muy atento, despejó al córner.
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