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domingo, 1 de julio de 2012

Big Boy está loco de alegría

Se veía claro. Los jugadores del violeta no lo podían creer. No sólo le habían ganado al último campeón, sino que habían puesto freno (eso parece) a la mala racha que los venía acompañando y, por sobre todo con este triunfo, todavía conservan las esperanzas de zafar del descenso. La próxima fecha suman seguro (jugarán contra Isótopos pero obtendrán los puntos que dejó vacante Paso a Paso) y tendrán que esperar qué pasa con el choque del
primer turno entre los cavareteros y los pibes de CARBA. Por como están dadas las cosas en la Copa Episco, todo es posible. De hecho aguantar y terminar victoriosos este partido, da un aliento especial. C.A Varet puede estar en las malas, relajado después de la consagración, con jugadores claves ausentes, pero es C.A. Varet. Esta vez fue el Turco Majluf el que llevó la bandera naranja. Él y Ramiro Flor. Ya a los 6, el 
juvenil arrancó una buena corrida por derecha, le cedió la pelota a Juan Foricher y éste dejó solo a Nico De Carlini que no pudo hacer bien pie y la mandó a las nubes. A los 10, Hernán Moisés tomó un rechazo de la defensa violeta y pegó un zapatazo recto que, si iba al arco, metía pelota y arquero. A los 20, Juan Foricher pateó un tiro libre que el buen arquero Santiago Sallete alcanzó a desviar con la yema de los dedos al travesaño y de ahí 
al córner. Big Boy trataba de construir algo en ataque con el despliegue de Pedro Ergo y la intrepidez de Felipe Lázzari. Pero atrás quedaba en deuda. A los 21, Gustavo Villar tuvo la primera oportunidad concreta. Encaró al área con pelota dominada, pateó pero el arquero contuvo en dos tiempos. La primera y la única del primer tiempo. Antes del descanso, Ariel Majluf recibió solo en el área y su remate, que había superado al
arquero, se desvió en Hernán de Cunto al córner.  En el minuto 29, Foricher sorprendió con un disparo medio de costado, que dio en el poste, rebotó y Nico de Carlini volvió a desperdiciar. Se sabe. Cuando los goles no se meten en un arco, se reciben en el propio. Ese axioma se concretó al minuto de la segunda parte y significó el gol definitivo del triunfo de Big Boy. Pedro Ergo le pasó la pelota a Villar en la medialuna, éste 
abrió el juego hacia Diego de Cunto por izquierda. Y recibió el centro rasante, puso el pie, la pelota salió para el arco, pegó en el palo y se metió al gol. Con las cartas echadas, se armó un ida y vuelta con profundidad y varias jugadas de gol. A los 5 se lo perdió Alejandro Agazzi, cuando Sallete desvió al corner su tiro que se metía abajo. Un minuto después el mismo Agazzi tuvo que contener el grito de gol por intervención del arquero. A los 9, Lázzari puso un pelotazo en el travesaño de media vuelta y a los 17 casi la emboca y pone el segundo. Un minuto después quedó claro que los cavareteros no la iban a meter: el arquero Sallete sacó tres pelotas a quemarropa dentro del área chica en medio de piernas, roces y anhelos. Para terminar, dos contras con la velocidad de Lázzari casi aumentan la apuesta, pero a Big Boy con el gol convertido por el Pocho Villar ya le alcanzaba para irse feliz.
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