Que Los Tanos hayan quedado contentos con el empate metido a C.A. Varet no tiene muchos misterios: los cavareteros son los últimos campeones, levantaron un partido chivo que empezaron perdiendo, además tuvieron alguna posibilidad de ganarlo pero, más que nada, porque lograron imponer la insistencia y tozudez que los caracteriza y que esta vez les dio resultado.
C.A. Varet dominó desde el primer minuto. Dos veces el arquero tano salvó las papas tapando remates francos de gol primero a Sergio Colares y después al Turco Majluf. Pero a los 20, la resistencia roja cayó con una incursión de Juan Foricher hasta el fondo del área, centro atrás y entrada oportuna de Alejandro Agazzi quien puso la pelota en la red a media altura. El primer tiempo se fue con esta pulseada instalada en equilibrio. A los 6 minutos del segundo, un sorpresivo remate de Sebastián Magistris que se clavó en el ángulo puso las cosas en doblete y con la sensación de cuestión liquidada. Pero Los Tanos tuvieron la fortuna de descontar sólo un minuto después de sufrir el gol en su arco. Le llegó la pelota al movedizo Soto. Se le fue a su marca por derecha y cuando se metió al área cruzó un remate que se metió limpita lejos del esfuerzo del arquero.
C.A.Varet intentó dormir el partido, pero le salió mal. Después de mucho intentar y rozarse en el intento, los rojos alcanzaron el empate con un bombazo desde 25 metros de Maximiliano Ochnio que se coló por arriba de la inútil estirada del guardameta.
El empate provocó un aumento en las quejas por las decisiones arbitrales y, en una situación desafortunada, tres jugadores terminaron expulsados cuando el partido estaba a punto de terminar. En la última Jesús Soto en una contra fulminante, casi pone el condimento que faltó a la ensalada tana.
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