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domingo, 3 de julio de 2011

El Bar SA no jugó con uno menos.

El Bar SA y Big Boy se fueron contentos de la canchita del Episco porque después del empate, ambos equipos continúan en el pelotón de la élite de la Copa. Pero seguramente fueron los catalanes los que disfrutaron más del reparto de puntos, ya que aguantaron todo el partido con un jugador menos. Y enfrente estaba el equipo azul. El partido resultó como se esperaba: buena circulación de pelota, velocidad en ataque y excelente fútbol. Se probaron durante buena parte del primer tiempo. Ergo estrenó los tiros al arco con dos disparos que anduvieron cerca. El barsa Agustín Salazar tuvo el gol en los pies después de una buena jugada entre Godoy y Nuñez. También lo tuvo Nuñez y más tarde Pablo Mónaco por dos veces en remates casi calcados que se fueron cerca del palo. Un cabezazo alto de Aurterneche casi pone arriba al equipo azulgrana. La más clara la tuvo el bigboy Gustavo Villar con un disparo a las manos del arquero desde una posición privilegiada después de un centro preciso de Juega Sicardi.  El gol llegó a dos del final del primer tiempo. La pelota voló por los cielos y el error en el cierre defensivo lo aprovechó Felipe Lazzari con un remate cruzado al ángulo que dejó mudos a todos. Hasta allí El Bar SA había jugado de igual a igual aunque tenía un jugador menos en cancha. Repetidamente los de Big Boy se recordaban mutuamente la ventaja que no sabían aprovechar. A los 5 segundos del segundo tiempo, Salazar avisó que El Bar SA podía con un remate amenazante. Por su parte Lazzari estaba intratable y metió un pelotazo en el poste y otro a las manos del arquero. Pero la heroica la cumplió Mónaco. A los 4 recibió la pelota en tres cuartos de cancha, fue buscando perfil eludiendo su marca hasta que pudo mandar un bombazo que pegó en un pie desesperado y se clavó al lado del palo izquierdo de un arquero que se estiró pero no llegó. Dos minutos después Rodrigo Godoy se encargó de poner la diferencia y la esperanza de lograr más allá del objetivo. Se lo perdieron un par de veces. Pero a los 12, después de una serie de rebotes en el área, Hernán De Cunto tuvo la fortuna de que le quede la bola a la altura del punto de penal y fusiló al pobre de Emi Pereiro poniendo el empate en dos. Lo bueno de estos equipos que no se conforman con poco, es que siempre van al frente y generalmente se les dá. A los 16, el movedizo Rodrigo Piteo colocó un remate a media altura en el arco catalán. A menos de diez minutos del final, parecía que la historia finalizaba con la lógica. Pero Ricardo Nuñez tuvo una mañana inspirada y valió por dos. A los 22 recibió la pelota y resistió la marca. Abrió para Mónaco. Éste buscó el arco y el pelotazo se coló justo por arriba del arquero.
 A los 20 del PT, había ocurrido otra de las maravillas del torneo. Felipe Lazzari disputó una pelota con el arquero cerca del área y lo que parecía corner, fue rectificado por el mismo jugador de Big Boy: avisó que le había pegado a él, que correspondía saque de arco. La maravilla es esa. Lejos de ello se ubicaron las quejas del equipo azul contra el árbitro, que no habían interpretado la situación y terminaron nublando lo que había sido un notable hecho deportivo. Quizás una buena comunicación de lo acontecido por parte del árbitro, hubiese evitado la confusión. 

1 comentario:

  1. Gracias Perrito por las palabras que me son dirigidas en tu relato.
    No creo que sea para tanto, solo quiero jugar al fulbo y cagarme de risa con amigos. Como creo, unos cuantos jugadores mas lo hacen.
    Abrazo

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